Carlos Barría, jefe de la División de Estudios y Políticas del Ministerio de Energía, mostró las novedades en que se enfocarán, en el marco de la primera jornada del seminario que realiza el Programa Estratégico de Modelamiento Energético Regional (Pemer), de la Universidad de Chile.
La modelación de almacenamiento con distintas tecnologías, así como pasar de bloques representativos a bloques horarios, y mejorar el modelo de proyección de la generación distribuida son algunas de las novedades que incluirá el Ministerio de Energía para el trabajo de la planificación energética de este año, con miras al quinquenio 2023-2027, las cuales fueron presentadas en el segundo panel de conversación del ciclo de seminarios que realiza el Programa Estratégico de Modelamiento Energético Regional (Pemer) de la Universidad de Chile.
Los principales perfeccionamiento al proceso de elaboración de la planificación energética fueron presentados por Carlos Barría, jefe de la División de Estudios y Políticas del Ministerio de Energía, quien detalló las nuevas consideraciones para mejorar las proyecciones energéticas hacia el futuro.
Cambios
Se pretende que la planificación energética tenga una cobertura nacional, extendiéndose a los sistemas eléctricos medianos y aislados, junto al perfeccionamiento de modelos para alcanzar la carbono neutralidad y la incorporación de enfoques de adaptación frente a los impactos del cambio climático.
En materia de flexibilidad se contempla incluir en la modelación la restricción de inercia y reserva sistémica, considerando el aporte de las centrales existentes, así como explorar alternativas tecnológicas de provisión mediante la electrónica de potencia.
También se considerarán nuevas tecnologías, con la modelación de un mayor almacenamiento, especialmente con las opciones tecnológicas de baterías carnot, BESS de corta y mediana duración e hidrógeno, entre otras. Además se contemplará la Concentración Solar de Potencia, donde se incluirá una configuración de 6,9 y 13 horas de almacenamiento.
Finalmente, según Barría, se pretende mejorar la incorporación de variables ambientales y territoriales en las proyecciones energéticas.