Fuente: Suelo Solar (Opinión de Gonzalo Martín)
¿Tras la puesta de sol queremos seguir quemando gas natural o ser autónomos y despachar nuestra propia energía acumulada de forma constante y estable?
Parece que el ansiado momento está a punto de llegar. El sector termosolar se alegró inmensamente hace dos años cuando el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que había preparado el Gobierno de España incluía 5 GW de nueva potencia termosolar, plan que fue corroborado por la Comisión Europea.
El primer momento de incertidumbre vino en diciembre del año pasado, cuando una orden ministerial únicamente garantizaba 600 MW hasta el año 2025 de esos 5.000 MW prometidos. La incertidumbre se convirtió en preocupación en agosto de este año, cuando en plena escalada del precio del mercado mayorista de la electricidad, el Gobierno anunció una subasta renovable exclusivamente para fotovoltaica y eólica. Desde Protermosolar nos preguntábamos si ese anuncio retrasaría aún más la convocatoria de una subasta que incluyese termosolar.
Las dudas las despejó el pasado 1 de octubre la Secretaria de Estado de Energía (SEE), Dña. Sara Aagesen, durante la jornada técnica que presenta esta subasta fotovoltaica y eólica. La SEE dijo textualmente que “a lo largo del año 2021 (…) habrá una convocatoria de una tercera subasta (…) orientada a la tecnología solar termoeléctrica, a las instalaciones de biomasa y al uso de otras tecnologías. Estará disponible la convocatoria, insisto, antes de final de año».
Hace 8 años que se finalizó la última central termosolar, y nuestro sector ha soportado diversos cambios regulatorios, ha respondido ejemplarmente ante la pandemia mundial del año pasado, se ha ilusionado y también se ha frustrado porque su oportunidad no llegaba.
Ahora parece que sí, que es nuestro momento, que habrá subastas que reactiven el sector; que las fábricas de componentes, tubos, espejos, sales y estructuras metálicas volverán a funcionar para el mercado nacional, tras una década en una forzosa internacionalización; que nuestras ingenierías seguirán deslumbrando al mundo con diseños más eficientes y con modos de funcionamiento adaptados a la evolución del mercado renovable mundial.
En este año 2021 nadie debe comparar si una termosolar es más cara o barata que una fotovoltaica, sino preguntarse si tras la puesta de sol queremos seguir quemando gas natural o ser autónomos y despachar nuestra propia energía acumulada, de forma constante y estable.
Además, este renacer termosolar no es sólo tecnológico o empresarial, somos la fuente renovable que más empleo y riqueza local genera. La tecnología termosolar combate el reto demográfico, generando empleo cualificado de calidad y de muy larga duración en municipios muy pequeños, habitualmente de menos de 50 mil habitantes, erigiéndose en el motor económico de la región.
Desde Protermosolar seguiremos ayudando para que el diseño de las subastas sea competitivo y resulte en productos adecuados para el sistema eléctrico.
Gonzalo Martín, secretario general de Protermosolar, España