Tecnología

En todos los escenarios energéticos determinados por la Planificación Energética de Largo Plazo (PELP) del Ministerio de Energía del 2018 se consideran en mayor o menor medida la instalación de plantas CSP en el mediano y largo plazo. Esto significa que esta tecnología comenzaría a competir con los actuales sistemas convencionales de energía en base a combustibles fósiles.

Las plantas solares de concentración de potencia CSP tienen la capacidad de concentrar y almacenar energía solar en forma de calor para posteriormente generar electricidad cuando sea requerido. La generación de energía eléctrica en este tipo de plantas se realiza con un ciclo Rankine convencional (turbina-generador). Esto significa que utilizan máquinas rotatorias que tienen la capacidad de aportar inercia al sistema eléctrico, que es esencial para preservar la seguridad en caso de desconexiones intempestivas de líneas y/o unidades generadoras. Además, tienen tiempos de partida en frío similares al gas y superior al carbón y otras características que aportan a la seguridad y calidad de servicio a la red.

Para entender su aporte, cabe mencionar que la generación eléctrica convencional en base a carbón y gas tienen un alto factor de planta (>80%), que se traduce en una alta disponibilidad para proveer energía cuando es requerido. Por su parte, las energías renovables variables como las plantas fotovoltaicas y eólicas alcanzan en Chile factores de planta de hasta 35% y 40%, respectivamente. La tecnología CSP en cambio, conjuga las ventajas de la generación convencional con la generación de energía sustentable.

Actualmente hay 219 proyectos de concentración solar en el mundo entre desarrollo, construcción y operación, los cuales suman más de 9.900 MW. En Chile se encuentra en construcción la primera planta CSP de torre en Sudamérica, con 110 MW de potencia y 17 horas de almacenamiento térmico.

Texto Fuente: Programa Energías Renovables y Eficiencia Energética  – GIZ

 

Vídeo: Ministerio de Energía de Chile