Y agregó: «Luego, para un retiro total centrales a carbón hacia el 2030, a los 10 GW que están en carpeta, se deben instalar 12,5 GW más de nueva capacidad renovable y de almacenamiento al 2030, con mas de 3,5 GW de sistemas de almacenamiento de corta y larga duración».

Es así como la representante gremial sostuvo la importancia de contar con una institucionalidad que vele por este realidad, la cual considere acuerdos entre instituciones y la ciudadanía para desplegar 22,5 GW de energías renovables y almacenamiento a 2030, precisando la relevancia que tiene la planificación territorial.

«Los 29.000 millones de dólares que requiere solamente el segmento de la generación – sin considerar las inversiones en transmisión y adecuación del sistema eléctrico y en distribución – para hacer frente al retiro del carbón al 2030. Eso es equivalente a 11 puntos del PIB. La reforma tributaria de hace un par de años atrás, recaudó 1,6% del PIB, lejos del 3% proyectado. Estas cifras son importantes para poner en la palestra la magnitud del desafío, sobre todo cuando esta hoy en discusión el rol del estado en el desarrollo del sector energético, y del rol de la inversión privada en la tarea de la transición energética», concluyó la ejecutiva.